Los yogures K se elaboran según el proceso tradicional, llenando cada frasco con leche tibia y manteniéndolo caliente hasta que cuaje.
Este proceso permite no tener que añadir ningún tipo de aditivo o estabilizante. Por esta razón, es recomendable manejarlo con cuidado para no debilitarlo antes del momento de degustación. Mantenerlo parado y siempre refrigerado (no congelado).
Por otro lado, pensamos que un yogurt no debe contener conservantes, su propia acidez y los cultivos lácticos lo protegen… por eso, no los usamos!
Por ahora, los yogures K existen en 10 versiones.
Dos de las versiones son naturales sin azúcar: uno semi-descremado y otro sin grasa. Hacemos tambien uno natural de leche de cabra… pero en cantidad limitada.
El de vainilla es el único en el mercado local fabricado con extracto puro de vainilla, y no con un saborizante… ¡Pruébenlo y verán la diferencia!
Los de guayaba, de cranberry con chía y de piña con trozitos de coco, fresa, mango-chinola tienen la mermelada en el fondo del frasco…¡ Hechas con frutas frescas que hemos pelado nosotros mismos!